Artículo de opinión.
Por: Javier Fuentes.
Quise escribir este artículo a propósito de celebrarse cada 31 de octubre el hecho histórico de la reforma protestante que transformó el pensamiento teológico y científico a nivel mundial. Y lo hago para dejar esclarecido el concepto de: “las consecuencias prácticas de la Salvación”.
Naturalmente que es desde nuestra cosmovisión evangélica cristiana.
Porque los de ciertas religiones -tres mil- y quienes saben la cantidad de “dioses” no creerán y es precisamente a estos que estamos predestinados a llevarles la única verdad de la salvación.
Y entrando en sí en la conceptualización teológica les explico que cuando Dios decide salvarnos lo primero que comienza en nosotros es el proceso de la regeneracion. Esta es la que nos lleva al conocimiento de la verdad de Jesús, su sacrificio en la cruz y logra en cada ser el arrepentimiento.
Por tanto nos da la fe y la certeza de confiar única y exclusivamente en Jesús y esta fe ciega en el Mesías nos conduce por el camino de la restauración y la vida eterna.
Es bueno saber que la regeneracion es más que eso, que misteriosamente el Espíritu Santo va despertando en nosotros un amor puro, sincero y verdadero por Jesús, nuestros hermanos (familia) y el prójimo. Nuestro yo, cae y, nuestras pasiones carnales comienzan a desaparecer junto con el egoísmo y el orgullo que subyace en lo más profundo de nuestra alma y, es por ello que nos convertimos en una nueva criatura, desechando las banalidades de este mundo. Y el Espíritu Santo pone en nosotros el querer andar en Santidad y esto hace que el mismo Espíritu de Dios, testifique en nosotros que somos hijos del Todopoderoso. Y nos lleva a estar seguros de nuestra salvación.
El hombre carnal va desapareciendo y ahora lo que trae satisfacción y gozo a nuestra vida es la oración, el estudio de la palabra, el ayuno, la alabanza y adoración a Dios. Queremos vivir para agradar a Dios producto de esta salvación.
Las prácticas de la carne son dejadas y echadas fuera de nuestro diario vivir y accionar.
Entonces comienza a verse en nuestra actitud y conducta los frutos del Espíritu y un cuerpo regenerado. El Apostol Pablo en Gálatas nos dice estableciendo las diferencias entre unos y otros que los frutos del Espíritu son: «amor, gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad, fe,
mansedumbre, templanza; contra tales cosas no hay ley.
Pero los que son de Cristo han crucificado la carne con sus pasiones y deseos.
Si vivimos por el Espíritu, andemos también por el Espíritu».(Gálatas 5:22-25)
Cuantas diferencias notamos en lo que éramos ayer y la transformación que hemos sufridos por el poder y el sacrificio de Jesús.
En cambio esto es lo que hacíamos ayer y lo que sucede con los que no conocen a Cristo: «Y manifiestas son las obras de la carne, que son: adulterio, fornicación, inmundicia, lascivia,
idolatría, hechicerías, enemistades, pleitos, celos, iras, contiendas, disensiones, herejías,
envidias, homicidios, borracheras, orgías, y cosas semejantes a estas; acerca de las cuales os amonesto, como ya os lo he dicho antes, que los que practican tales cosas no heredarán el reino De Dios”.( Gálatas 5:19-21 rvr60)
Solo la Biblia o Solo la Escritura.
Este fue el grito de guerra contra la iglesia Católica por el Reformador Martín Lutero.
La Escritura es su misma intérprete, por sí sólo se basta.
Cuando la iglesia católica 1190 d.c comenzó el proceso de la venta de indulgencia ignoró la lectura o lo que la Biblia decía en cuanto a la Fe y el perdón de los pecados.
En aquellos tiempos los sacerdotes colocaron la eficacia de ellos y de la iglesia en el perdón de los pecados y malsanamente colocaban un precio para los muertos en una doctrina aberrante de las almas en el “purgatorio” por encima de la obra vicaria de Cristo.
Con sus distintas tesis el Reformador Martín Lutero consiguió llevar la verdad aun a aquellos más pobres, dando a conocer que el único mediador es Jesús y sólo él puede perdonar pecado. Era natural que esto iba a desatar la ira de la curia papal poniéndole un precio a su cabeza.
Esta actitud de la iglesia le proveyo más gasolina para seguir inquiriendo en la verdad bíblica de la obra redentora por el Mesías.
Lutero dijo: “cualquier cristiano que esté de verdad arrepentido tiene derecho al perdón y culpa, aun sin carta de indulgencia.
Cualquier cristiano verdadero, sea que esté vivo o muerto, tiene participación en todos los bienes de Cristo y de la iglesia; esta participación le ha sido concedida por Dios». (54 tesis de Lutero).
Estas explicaciones colocadas en tesis se llamó: <<la Doctrina de la Escritura>>, es sólo lo que dice la inerrancia de la Biblia, su infalibilidad es lo que tiene validez por encima de cualquier obispo, papas, pastores o falsos maestros o de cualquier tradición de grupos, concilios o algun hombre en particular.
Es por tanto la enseñanza y predicación de la palabra lo que lleva a que el inconverso pueda escucharla y ser quebrantado por esta.
Todo cristiano debe entender que la Biblia es la palabra de Dios inspirada por el Espíritu Santo y escrita por diferentes hombres de distintas clases sociales y nivel cultural. Dios la reveló conforme su voluntad, en sueños, con voz audible, en revelaciones etc…
Nuestra fe sólo debe estar en Jesús y su palabra dejada en el canon bíblico y no en libros apócrifos y tradiciones o opiniones humanas.