El opositor Partido de la Liberación Dominicana (PLD) y su candidato presidencial Abel Martínez dieron ayer un peligroso traspié en su esfuerzo por mantener la unidad y el espíritu de integración interna, resquebrajadas desde el fatídico 6 de octubre de 2019 y la derrota electoral de 2020.
La sorpresiva renuncia del experimentado jefe de campaña, Francisco Javier García, se convierte en una estocada para la candidatura de Martínez, que inició desde enero un cuestionado proceso de designación de enlaces y coordinadores provinciales de campaña, sin espacio para el descanso.