Por: Yolanda Mateo Urbano Sabado 11-04-2020
El sábado santo es un día de oración junto a la tumba esperando la resurrección. Es día de reflexión y silencio. Es la preparación para la celebración de la Vigilia Pascual. Por la noche se lleva a cabo la celebración de la Vigilia Pascual. Dicha celebración tiene tres partes importantes que terminan con la Liturgia Eucarística: Celebración del fuego nuevo, liturgia de la Palabra, liturgia Bautismal.
Según el padre Evaristo Gomez, de la Iglesia Maria Auxiliadora, contó que era costumbre, durante los primeros siglos de la Iglesia católica , bautizar por la noche del Sábado Santo, a los que querían ser cristianos. Ellos se preparaban durante los cuarenta días de Cuaresma y acompañados por sus padrinos, ese día se presentaban para recibir el Bautismo.
También, ese día los que hacían penitencia pública por sus faltas y pecados eran admitidos como miembros de la asamblea. Actualmente, la Vigilia Pascual conserva ese sentido y nos permite renovar nuestras promesas bautismales y acercarnos a la Iglesia con un espíritu renovado.