
El analista político y articulista Freddy González ha emitido un enérgico llamado a la comunidad internacional para que detenga lo que califica como el “exterminio sistemático del pueblo palestino”, acusando directamente al primer ministro israelí Benjamín Netanyahu de ser el principal responsable del mayor número de muertes civiles desde la fundación del Estado de Israel en 1948.
En su más reciente columna, titulada “Netanyahu tinto en sangre”, González denuncia que bajo el liderazgo del mandatario israelí se ha desatado una política de exterminio y colonización que ha dejado cifras escalofriantes. Señala que, según reportes de organismos internacionales, más de 50 mil personas han muerto y 110 mil han resultado heridas, en su mayoría mujeres, niños y ancianos, desde el inicio de las ofensivas recientes en Gaza.
El autor compara la magnitud del conflicto con otras guerras históricas como la del Canal de Suez (1956), la Guerra de los Seis Días (1967), y la de Yom Kipur (1973), indicando que nunca antes se habían registrado tantas víctimas en un mismo período bajo el mando de un solo gobernante israelí.
Citando declaraciones de la directora ejecutiva de UNICEF, Catherine Russell, González recuerda que “más de 100 niños son asesinados o mutilados diariamente en Gaza”, y denuncia el colapso de hospitales, el uso del hambre como arma de guerra y las condiciones de asedio que enfrentan los civiles.
Organismos como Amnistía Internacional han acusado al gobierno de Netanyahu de crímenes de lesa humanidad, solicitando que países como Hungría actúen conforme al derecho internacional y lo entreguen a la Corte Penal Internacional.
Uno de los hechos más impactantes reseñados en el artículo es el asesinato y entierro en una fosa común de 15 paramédicos y rescatistas en el sur de Gaza, lo que provocó una ola de indignación en la ONU y la Cruz Roja Internacional.
“El mundo no puede seguir siendo espectador pasivo de este genocidio”, afirma González, haciendo eco de las declaraciones del Secretario General de la ONU, António Guterres, quien ha descrito la situación en Gaza como un “campo de exterminio” y un “campo de la muerte”.
La nota concluye con una firme exhortación: “Hablemos ahora que todavía estamos a tiempo. Alto al exterminio del Pueblo Palestino”, reafirmando el compromiso con la defensa de los derechos humanos y la justicia internacional.